jueves, 25 de noviembre de 2010
Una más
Te quiero así, por partes y de permanencia voluntaria, pues tenerte de fijo sería un peligro, una sobredosis y mi perdición. Te necesito en momentos asilados, para enredar piernas, brazos, lenguas y cuerpos, para después de ser uno, ser dos, simplemente ser.
domingo, 7 de noviembre de 2010
El accidente
“Detrás de tu sonrisa se esconden lágrimas” me dijo una vez una mujer en un parque al leerme la mano, desde entonces no sonrío mucho, decidí no ser hipócrita. ¿Para qué sonreír a un mundo que no me sonríe?. Cuántas veces mi madre me ha dicho “Amelia, deberías sonreír más, sino nunca conseguirás novio”, como si me importara.
Recuerdo cómo la conocí. Mi primer mes en la universidad y nadie que se me acercara, por mi mejor. Sentada en una banca, escuchando un cd, viendo pasar a todas esas parejitas, tomados de la mano, dándose besitos de vez en cuando, aumentando mis ganas de vomitar a cada segundo. De pronto ella se acercó.
- Disculpa, ¿tienes un encendedor?
- Si, claro.- Al dárselo, vi en sus ojos algo diferente a los de los demás.
- Gracias – dijo después de darle un golpe al cigarro.- Dicen que el cigarro mata, llevo cerca de 4 años fumando y no pasa nada, es una estafa, ¿no crees?
- La vida en si es una estafa, no se de que te quejas.
- Cierto, me ganaste en esa.- dijo sonriendo.
Su nombre era Tania. Después de eso ella fue la única persona que se acercaba, que me saludaba, que me hablaba, que me hacía sonreír. Fue para mi lo que muchas personas llaman amiga. No teníamos tantas cosas en común, a ella le gustaban ciertas cosas, a mi otras, lo que nos unía era esa mirada, era la misma en las dos, de aburrición, de desesperación, de un asco y aberración por la vida; la mirada de un ave en una jaula, viendo a lo lejos a sus iguales partir hacia la libertad.
Una de nuestras grandes diferencias era nuestra visión hacia los hombres, yo los veía como seres despreciables, nunca alguno de ellos fue agradable conmigo, ni siquiera mi padre, así que mientras más lejos de ellos me encontrará, mejor. Ella, por el otro lado, los usaba, y ¿cómo no hacerlo siento tan bella como era?, pelo castaño y ojos azules, tez clara y muy buen cuerpo; nada comparado conmigo, flaca, plana y sin ningún atributo adicional.
- Cuando quieras te presto a uno de los míos, los hombres son tan fáciles – decía constantemente Tania entre bromas.
Una noche, después de salir del cine, íbamos en mi coche, platicando acerca de la película que acabábamos de ver, para mi la típica película gringa, para ella rescatable por que el actor principal estaba bien bueno. Entonces, después de una larga pausa, al detenernos en un semáforo, ella dijo:
- Te reto: acelera a todo lo que da el coche, estréllate contra lo primero que te encuentres.
- ¿Y que ganó si lo hago? –dije con una pequeña sonrisa.
- No sabemos si ganarás tu. La que quede viva, pierde.
- Perfecto.
Nos quitamos los cinturones de seguridad. Al ponerse el semáforo en verde acelere a todo lo que pude. La veía de reojo y veía que ella sonreía, yo igual lo hacía. Doble hacia la derecha, había un trailer estacionado. Ni siquiera lo pensé. El impacto fue directo.
Al despertar en el hospital lo comprendí. Las malditas bolsas de aire. Mire a mi alrededor buscándola en la cama de a lado, mas sólo encontré a mi madre, la forma en la que me miraba me dijo todo. Tras la puerta abierta vi a los padres de Tania abrazados, llorando. Con eso me basto. Había perdido, la muy maldita me ganó. Ahora he de soportar esta derrota cada mañana al despertar y darme cuenta que sigo viva, recordando este accidente.
El accidente fue sobrevivir.
domingo, 31 de octubre de 2010
ALTAR POR AQUELLOS QUE YA NO ESTÁN
Este año, este es mi pequeño homenaje, un pequeño altar por los muertos y ausentes tanto en el ámbito personal como nacional. Este es mi altar para:
Mi bisabuelo
El Tecuapetla
Alfredo Pedrero
Los periodistas asesinados en el país
Las víctimas “colaterales” de la guerra contra el narco (cifra en aumento)
Los niños de la guardería ABC
La democracia en México
El sentimiento de tranquilidad de los mexicanos (especialmente en el norte del país)
Todos ellos fueron tomados por la Catrina, algunos a su tiempo, otros de forma violenta y cruel, pero sabemos que ahora entre sus brazos, están mucho mejor que los pobres que seguimos a la espera de que las cosas se pongan peor.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Y ahora, ¿quién podrá defendernos?
Siendo sinceros, en México no se puede decir que haya habido mucho cambio en cuanto a la libertad de expresión; digamos que antes se tenía, pero no se aprovechaba, por chayos, “convenios publicitarios”, influencia del gobierno, usted diga. Hoy, no se tiene, y se añora. Actualmente, después de tantas represiones, de tanta sangre derramada, los periodistas recurren a un vicio muy necesario: la autocensura.
No olvidaré cuando, por cuestiones laborales, hace unos cuatro meses me comuniqué con un periódico del norte del país. Mi jefe me había pedido fotos de una balacera, ejecutado o algo por el estilo. En el primer diario al que marqué, me dijeron que no tenían fotos sin más. En el segundo, el joven al otro lado de la línea agregó que ya no manejaban temas de narcotráfico. “¿Sólo ustedes?” fue mi inocente pregunta, a lo me contestó “no, ningún periódico”. Me explicó como ya era una regla en los medios de comunicación de los estados del norte del país no hablar acerca de temas de narcotráfico, abstenerse de manejar fotografías y sólo publicar la versión oficial. “Con decirte que hace una semana nos tiraron una bomba molotov en la puerta del diario”, remató antes de disculparse y colgar.
Meses después de esa llamada, se dio el caso de los reporteros secuestrados en Gómez Palacio, lo cual me dio una idea más clara de lo que estaba pasando en el ámbito periodístico en aquellos lugares. Y los casos se siguen reproduciendo una y otra vez, ahora un fotoperiodista en Juárez, mañana o la próxima semana a ver quién cae.
La respuesta del Diario de Juárez, ante el asesinato de un miembro de esa casa editorial, es mucho más valiente que cualquier otra reacción que uno haya esperado. Ante la falta de apoyo por parte del gobierno, no queda más que voltear a quienes nos golpean y decir “¿Qué te he hecho? ¿Qué quieres de mi? Me duele y ya no quiero seguir así”.
Se maneja una cifra de 80 periodistas muertos en los últimos 25 años; 48 de ellos, más de la mitad, en lo que va de esta década. ¿Cómo es posible que con la entrada del gobierno de la alternancia, también entrara este grado de violencia?
Una de las funciones del periodista es ser crítico y juez del poder, para de esta manera ser defensor de la democracia, o al menos ese es uno de los ideales de la profesión. Pero ¿cómo se puede esperar que se siga defendiendo ese ideal, cuando la vida es la que esta en peligro? ¿hasta dónde acaba el periodista y empieza el mártir? ¿quién esta para defender al defensor de la democracia?
Para finalizar, retomo las palabras que me escribió en una ocasión el periodista Jacinto Rodríguez Munguía, cuando le solicité palabras de consuelo a un grupo de periodistas universitarios que habíamos sufrido nuestra primera censura:
Creo que la pieza más importante para seguir vivos y respirando, es no dejar de creer en lo que hacemos, cómo lo hacemos y con la firme convicción de que quizá eso no le sirva más que a nuestra memoria. Que al final no hay aplausos, ni reconocimientos, ni fama, ni nada, solamente la satisfacción de haber hecho lo que creíamos que era lo correcto y eso, eso es suficiente para vivir y respirar en paz, caminar en libertad, vivos...
domingo, 19 de septiembre de 2010
De contraseñas, pajaritos y el presi
Hace unas semanas se dio un debate acerca del cambio en la cuenta de Twitter del presidente Felipe Calderón. Se habló acerca de como esto pudo ser una respuesta a las fuertes críticas que recibía el mandatario de sus followers en la popular red social, otros que se quería separar de cierta forma de los comentarios hechos días antes.
Lo que sorprendió a muchos es que se dio de un día para el otro; de pronto, la cuenta @presidente_FCH eliminó tanto tweets como seguidores y sólo dejó un mensaje dando la cuenta “oficial”, @FelipeCalderon.
La versión oficial dice que Calderón quería iniciar el proceso de verificación de personalidad de Twitter, pero como no recordaba la contraseña, le pidió ayuda a un especialista de la red social para hacer los cambios, y ya que tenía la verificación, aprovechó para cambiar su cuenta.
Esta versión suena coherente y calmó algunas de las voces que se levantaron con esta modificación, pero en lo personal, la encuentro más preocupante que la teoría de censura y autocensura por parte de la presidencia. Analicémosla por un segundo: nos están diciendo que Felipe Calderón no recordaba la contraseña que él mismo puso para su cuenta de Twitter, más que nada porque accesaba desde su BlackBerry.
¿No suena preocupante el hecho de que el destino de nuestro país, las decisiones políticas y económicas de una nación estén en las manos de alguien que no recuerda su contraseña? Digo, a todos nos pasa, yo he batallado infinidad de veces en encontrar mis contraseñas de cuentas que no acceso con frecuencia, por eso doy gracias a que soy responsable de mi y no de otra persona, menos aún de un país entero.
Hay muchas opciones a la hora de elegir una contraseña para alguna cuenta en línea como repetir alguna usada en otro sitio, usar cosas comunes para nosotros, fechas, teléfonos, nombres; y todavía aún, se pueden apuntar.
Más que enfocarnos al hecho de que cambió la cuenta, aquí lo importante es que, si es cómo dicen, que el presidente OLVIDÓ su contraseña, deberíamos preocuparnos de qué otras cosas habrá olvidado el buen presi.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Inicia el recuento de los daños
La última inundación grande que me tocó pasar fue la de 1999, pero en aquel entonces era una chamaquita de secundaria que no le importaba nada más que el gato que acababa de adoptar (el cual pereció ahogado en casa de un primo) y el hecho de sentirme un bicho raro. A penas cancelaron clases, mi familia y yo emigramos a Jonuta y no supe mucho de lo que pasaba en la capital.
Ahora la cosa es un poco diferente. Ya llevó un año residiendo otra vez en Villahermosa, y dado que trabajo en un periódico el flujo de información de lo que esta pasando es constante y, muchas veces preocupante.
La mayoría ya sabe cómo reaccionar ante lo que al parecer viene, pero muchas veces yo me quedo sentada diciendo “ahora, ¿qué voy a hacer con mis libros, películas y ropa?”; mi hermana ya mandó muchas cosas a Jonuta con mis papás, mientras yo sigo pensando “ok, cuando se venga el agua, veré cómo me las arreglo”.
Por el lado positivo, es que tengo otras tres amigas que estamos en la misma circunstancia, ellas tampoco estaban aquí hace tres años, y por lo menos dos de ellas concuerdan conmigo en que el ambiente se siente raro, y no sabemos qué pasará.
Ante esto, he decidido usar este pequeño espacio como un diario de lo que viene, un recuento personal de las impresiones e información de la inundación que viene… o no.
Espero poder actualizarlo lo más posible, y dar la perspectiva de esta virgen de la inundación, de esta, mi primera vez.
Foto tomada en Jonuta, Tabasco, el 11 de septiembre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Patriotismo bicentenario
Hoy mi hermana me dijo “de pronto me siento mal de no ser patriótica”, esto relacionado con una apatía que tenemos en nuestra casa en lo que respecta a las celebraciones de la independencia y revolución; nunca hemos sido de decorar, ni de hacer los grandes festines tradicionales.
Ante el comentario de mi hermana, no pude más que ponerme a reflexionar ¿qué significa ser patriótico? En lo personal, a pesar de mi falta de ropa y accesorios tricolores, mi constante inasistencia a las celebraciones del grito, y mi reacción medio plana con respecto a los resultados de la selección mexicana, me considero tan patriota como muchos.
Ser patriota no es pintarse la cara de verde, blanco y rojo; no es ir a la basílica a rezarle a la Virgen cada 12 de diciembre; no es llorar cada que la selección pierde un partido de fútbol; no es aceptar el pan y circo que nos da año con año, en cada ocasión posible, la gente en el gobierno, para calmar y distraer a la gente de lo que pasa en la realidad cotidiana.
Para mí, ser patriota es ser consciente del país en el que vivimos, de las carencias y las cualidades de México (a pesar de que, muchas veces, estas últimas son difíciles de ver); es estar dispuestos a ayudar a mejorar la realidad desde nuestras trincheras, ya sea desde el salón de clases, el consultorio médico, la redacción de un periódico, en casa educando a nuestros hijos; es buscar hacer un cambio, por mínimo que parezca, para que mañana la cosa no se vea tan mal como antes. Es estar dispuestos a alzar la voz y reclamar ante las injusticias, es pararse y decir “¡basta!”.
Ser patriota no es saltar envueltos en la bandera, es simplemente buscar cómo ayudar para hacer ese cambio que hace falta, desde tirar la basura en el lugar adecuado, hasta luchar por el cambio en las estructuras de gobierno, que tanta falta nos hace.
viernes, 27 de agosto de 2010
¡Ya estamos en el agua!
Y así como ella, muchas personas viven en la zozobra del “¿qué nos espera?”. En la colonia Guayabal, muchas personas ya empezaron a subir sus cosas a la segunda planta de sus casas. “Más vale pecar de exageradas que perder nuestras cosas” dice una mujer, mientras su vecina le responde “a estas alturas, ya nadie esta en condiciones de perder nada”.
Otra de las señoras reunidas comenta cómo le duele ver a la gente humilde, “nosotros por lo menos tenemos la en donde poner nuestras cosas, pero esa gente que no tiene y lo pierde todo”. Agrega cómo muchas personas de zonas bajas han empezado a moverse a zonas altas fuera de la ciudad, como Macuspana y los cerros.
Después del 2007, la gente ha vivido constantemente con el temor de la temporada de lluvias; es ya casi un ritual anual el subir todas las pertenencias a zonas altas, buscar familiares quienes los puedan albergar y, simplemente, esperar.
Foto: Erick Banda / Tabasco HOY
miércoles, 18 de agosto de 2010
Noches de agosto
Hay noches en las que me llena una ausencia de alguien o algo que todavia no conozco.
Hay noches que veo lo que me falta para dejar de ser ese ayer lleno de inseguridades y mal cáracter.
Y hay otras noches en las que el futuro que veo frente a mi se convierte en un laberinto que debo sortear sin perder la esperanza.
Y después hay noches, noches como estas, en las que la falta de sueño me hace soñar.
(las primeras tres frases fueron escritas en un taxi a mi twitter, la tercera fue al llegar a casa)
lunes, 19 de julio de 2010
Sueños
Sueño con soñarte. Sueño con tu distancia y tu olvido. Sueño que no existes y que no te he conocido. Sueño que te miro pero no te veo. Sueño que nos separan sin nunca estar juntos. Sueño que te sueño.
Sueño que no aspiro tu aroma. Que tu número no existe en mi teléfono. Que mis lagrimas nunca cayeron al oír tu nombre. Sueño que no te quiero.
Sueño con esperanzas de un amor que no es el tuyo. Sueño con unos labios que saben diferente a ti, y unos ojos que me miran de otra manera.
Sueño que sueño, y despierto contigo junto a mi. Recuerdo el sueño y te abrazo. Porque soñé lo que es no conocerte, y ese sueño fue una pesadilla. Prefiero el dolor de tenerte, a la fantasía de que nunca me heriste, de que no llegaste, de no quererte.
lunes, 28 de junio de 2010
#Twittab, tabasqueños en la red
Hay quienes opinan que las numerosas redes en internet, el messenger y todo este tipo de herramientas para comunicarse por medio de la computadora ayudan a aislar más a las personas, haciendo que estas no convivan con personas en el mundo “real”; pero hay casos en los que ocurre lo contrario, como lo es el #twittab. Con este hashtag se reconocen y comunican los jóvenes tabasqueños que usan Twitter, y etiquetan con esta palabra asuntos relacionados con el estado o simplemente planes que organicen para verse.
Ellos explican que aproximadamente desde enero decidieron reunirse por primera vez, para pasar un rato juntos fuera del mundo virtual; @teddelcampo, @WebMAAC, @storios, @Dan_Rocanlover, @molotovich y @jza, explican que en un inicio todos se reunían con sus computadoras a pasarse información, hasta que un día decidieron hacerlas a un lado y convivir; desde entonces ellos y otros twiteros se reúnen semana a semana a cenar, tomar el café, jugar videojuegos, entre otras cosas.
Algunos aceptan que entraron por primera vez por curiosidad, otros por ser invitados por amigos, pero en lo que todos coinciden es en la evolución del usuario de Twitter: uno abre su cuenta, empieza escribiendo cosas como “probando esto” o una lista detallada de lo que hace “pensando qué cenar” “cenaré quesadillas” “las quesadillas me hicieron mal” “voy al baño”; después, al no encontrarle el gusto, se deja la red por un tiempo; después decide darle una segunda oportunidad y es cuando se queda twiteando.
Lo que atrae a esta comunidad depende de la persona; @fabyfabs, una de las #twittab más nuevas, dice que una de las cosas que más le gusta de Twitter es que da la oportunidad de buscar cosas que le interesan a uno, y cada quien genera el perfil con las cosas que quiere seguir, en su caso, información de artistas, en específico el grupo musical Muse. Otros pueden usarlo para buscar información de tecnologías, comics, videojuegos, periódicos, y más; la red brinda un abanico de temas y usuarios para todos los gustos, y en caso de hartarse de alguien, siempre esta el unfollow.
Por su lado, @jza explica que con Twitter se puede dar otra visión de las cosas, fuera de la que dan los medios de comunicación; lo ejemplifica con el caso de la inundación del 2007, los medios ponían como si todo el estado estuviera bajo el agua pero, dice, si se hubiera movido la cámara un poco hacia un lado se hubiera visto que a unos pasos la gente estaba bien.
Así como en Tabasco se dio el caso de #twittab, ellos explican que en otros estados hay grupos similares, “la cosa es encontrar el hashtag” afirma @teddelcampo, quien narra como en un viaje reciente a Cancún encontró la etiqueta de la ciudad y logró ponerse en contacto con los twitteros del lugar; un caso similar cuenta @storios en un viaje a Coatzacoalcos.
Hay otros casos en los que un tweet puede ser un llamado de ayuda. @storios cuenta que en una ocasión una twittera iba manejando su coche y le dio un ataque no esta seguro de qué, por lo que detuvo su coche y puso en Twitter lo que acababa de pasar y su ubicación, poco tiempo después dos personas que la leyeron llegaron a auxiliarla. Muchos se preguntan por qué no mejor llamó a una ambulancia en ese momento pero, @teddelcampo señala, “se le hizo más fácil twitearlo”.
En cuanto al futuro del Twitter, no saben qué esperar, temen que se convierta en otro Facebook, lleno de invitaciones a juegos y actualizaciones de quién jugó qué; para aquellos que llevan en la red desde casi sus inicios, como @WebMAAC y han visto la evolución del sitio, saben que hay más cambios por venir, sobretodo ahora que es la red de moda, sólo es cuestión de esperar.
Así pues, 140 caracteres son el espacio justo para informar, pedir ayuda, hacer planes y todavía alcanza para agregar “#twittab RT”.
Glosario básico de Twitter
Seguir o follow: opción para recibir las actualizaciones de una determinada persona en tu timeline. Tú puedes seguir a alguien, pero no necesariamente esa persona te sigue.
Unfollow: opción de eliminar a un usuario de tu timeline.
Timeline: Lista con todas las actualizaciones de las personas que sigues en los últimos minutos.
Hashtag: Combinación del símbolo # seguido de una palabra, que sirve para etiquetar un tweet para que se relacione con un tema en común del Twitter.
Tweet: Se refiere a lo que dice cada usuario en 140 caracteres.
Retweet: cuando uno vuelve a poner lo que otro usuario dijo, dándole el crédito. Se identifica por llevar RT y el nombre del usuario original al principio.
martes, 22 de junio de 2010
Y si, ahora le toca a la religión
Una de esas reglas sociales prioritarias es el nunca hablar ni de religión ni política, y es que en ambos casos es normal que la conversación suba de tono y alguien explote.
En lo personal, puedo decir que fui criada católica a pesar de que mis padres en mi infancia no eran activos en la iglesia, se involucraron hasta hace un par de años siento que provocado principalmente por el síndrome del nido vacío. A pesar de mi crianza religiosa, en la actualidad no me considero de ninguna orientación, pero no digo que sea atea, no digo que si ni no, simplemente no sé.
No he encontrado una religión precisa, más bien un par de líneas de conducta: nuestras acciones nunca deben de afectar al prójimo, de actuar con malas intenciones hace que nos carguemos de energía negativa y esta se nos regresa con el tiempo. Después de un par de años con esto en mente he tenido una vida tranquila.
¿A qué viene el tema de religión? Al hecho de que siempre me ha llamado la atención la gran crisis o las discusiones que se desarrollan alrededor del tema. En un par de ocasiones he ayudado a mis padres en eventos de la iglesia, y me tocó en una ocasión escuchar unos comentarios muy agresivos de parte de unas personas muy comprometidas con el catolicismo con respecto a los cristianos, o protestantes, como ellos les llamaron. En específico cuando un señor dijo “ellos no tienen imágenes ni nada, ellos son los idolatras y no nosotros”. Esa es la diferencia principal entre ambas religiones, y las formas en las que realizan sus actos de adoración, de ahí en fuera leen el mismo libro, creen en el mismo dios, el mismo Jesús.
Otro caso se me presentó con un amigo hace un par de días; le recomendé leer el libro de Caín de José Saramago, ya que en lo personal se me había hecho muy bueno, y él nada más frunció el ceño y me dijo que no lo quería leer porque iba en contra de su religión y porque no le agradaba el hecho de que, según había escuchado, se ponía a Dios como alguien cruel. Mientras planteaba su postura, tome la misma actitud de cuando me hablan acerca de la visión religiosa de cada persona: guardé silencio y escuché atentamente sin criticar.
En mi casa se dio una situación en fechas recientes; mi hermana de 17 años empezó a asistir a un grupo cristiano con su novio, y le agradó lo que hablaban en el grupo y se empezó a involucrar, sin llegar a grados fanáticos como otras personas que conozco. A mí me pareció bueno, ya que desde entonces la vi un poco más centrada que antes, un poco más tranquila con la vida, algo que necesitaba. Mi abuela fue otra cosa.
Hizo una serie de comentarios muy agresivos contra mi hermana que en vez de ayudarla la empezaron a afectar seriamente. Mis padres igual al principio manejaron mal el tema, tomando unas posturas muy autoritarias con ella. Fue después de muchas platicas entre nosotros y que mi mamá fuera a un par de eventos de la célula cristiana que se calmaron las aguas, aunque siempre que mi mamá va, se pone muy a la defensiva a todo lo que le digan.
Siento que aquellos que no nos encasillamos en una determinada religión somos, en ocasiones, un poco más respetuosos y tolerantes con las religiones. Los católicos, cristianos, testigos de Jehová o lo que sea siempre se andan peleando de “esta es la buena y tu estas mal”; en todo caso, si los otros están mal, pues su problema, será los que no lleguen “al reino del Señor”, ¿o no?.
Hasta donde tengo entendido, uno de los mandamientos principales de la mayoría de las religiones es hacer el bien, amarnos unos a otros; entonces ¿por qué la agresión? ¿por qué el rechazo a las ideas de otro? ¿por qué no simplemente aceptar que cada quien ve las cosas a su manera?
miércoles, 19 de mayo de 2010
Gajes del oficio
Este es el hecho, lo que se debe consignar, y claro, no lo hago de menos, pero considero que si hay algo importante que señalar es que los primeros agredidos fueron los reporteros y fotógrafos que se encontraban en el lugar cubriendo la manifestación.
Pudo haber sido el calor de la tarde, pero cuando se amontonó la gente, las emociones se prendieron, y los policías soltaron golpes contra los que tenían enfrente, el equipo de informadores. Miembros de los periódicos Tabasco Hoy, Novedades de Tabasco, El Heraldo de Tabasco, El Independiente, entre otros.
No es darle mayor relevancia al ataque contra los periodistas, es simplemente un reflejo, una denuncia de uno de los riesgos de esta profesión muchas veces ingrata, y más ingrato aún los medios que acaban consignando estos golpes y lesiones en las últimas dos líneas de la nota. Les dejo unas pequeñas fotos acerca de estas agresiones.
miércoles, 21 de abril de 2010
La mujer en un mundo de machos...
Hace unos meses fui a una entrevista de trabajo; llegué ahí porque el novio de una prima trabajaba en este lugar y le enseñó mi curriculum a su jefe, quien se interesó mucho en mi perfil y me quiso conocer. Desde el momento que entré en su oficina estuve segura, hablé acerca de mis intereses profesionales y periodísticos, que si bien recién acababa de regresar a Tabasco después de 6 años de vivir fuera estaba dispuesta a aprender rápido todo lo referente al ambiente político y social que existe en el estado. A los pocos minutos de platicar, el hombre que me entrevistaba me dijo que tenía el perfil perfecto para un trabajo que se acababa de desocupar, que me relacionaría con diferentes áreas y que sería la oportunidad perfecta para aprender, me habló del salario y del horario era un poco matado (era toda la tarde para salir cerca de las 12 de la noche); todo me pareció perfecto, ya estaba a punto de decirle “¿dónde firmo?” cuando dijo: “por desgracia, y esto es aquí entre nos, el área de recursos humanos nos tiene una regla no escrita de no contratar mujeres, en especial para ese horario, porque luego si tienen esposos o novios empiezan los problemas, o también empiezan a andar con algún compañero de la oficina, se casan y nos dejan el trabajo botado; en lo personal estoy en contra de esta posición, pero pues ellos mandan”. Después de salir del shock que me ocasionó esta afirmación le dije muy tranquila “pues, no estoy casada, no tengo hijos, no tengo novio y no ando en busca de uno, por el horario no tengo el más mínimo problema, no veo cuál es el problema”. Él me reiteró su oposición a la orden de recursos humanos, pero no había nada qué hacer, me prometió hacer lo posible y avisarme si salía algo más.
Este fue mi primer choque con lo que es la “cultura laboral” en un mundo machista. La idea de que las mujeres somos irresponsables, o que nada más estamos esperando encontrar al “amor de nuestras vidas” y después abandonaremos todos por él se me hace de lo más retrograda e ignorante, similar a la idea del clérigo que dijo que las mujeres promiscuas son la causa de los sismos. Y claro, esta no es la única muestra que tenemos de esta actitud machista; es común que las mujeres recibamos menos salario que los hombres por desempeñar el mismo trabajo, y que, como en mi trabajo actual, no exista una sola mujer en las áreas de tomas de decisiones.
¿Qué es lo que tanto miedo da en el ambiente laboral con respecto a las mujeres? ¿Será que somos más sensibles? ¿Qué nuestros cuerpos incitan el lado lujurioso en los hombres y por eso nos quieren relegar a un rincón donde no podamos ser distractores del trabajo pero donde puedan apreciar nuestros atributos? ¿O más bien saben que, en cierta medida, podemos llegar a ser competencia, y que por este mismo ambiente en el que nos hacen menos, una busca demostrar su capacidad con más afán que un hombre que tiene todo seguro, y a la larga podemos llegar a posiciones de poder? Espero en verdad que sea este último, o más bien, deberíamos, como mujeres, hacer de esta idea mi nueva filosofía laboral.
martes, 20 de abril de 2010
Postales de la vida diaria
domingo, 18 de abril de 2010
martes, 13 de abril de 2010
El regreso del efecto chupacabras
Algunos podrán decir que soy una paranoica y una obsesiva de teorías de la conspiración, bueno, al menos de esta, pero siempre me ha gustado ver cuando se presenta el efecto chupacabras en los medios. Para los que no sepan lo que es esto, es una forma de decir cuando se crea una noticia para desviar la atención de algún acontecimiento a nivel nacional de relevancia política o económica, por ejemplo el caso que le da nombre a este efecto, cuando se hizo la parafernalia alrededor del “chupacabras” para cubrir la crisis económica y la falla del modelo económico de Carlos Salinas al principio de los 90’s.
Hoy en día, cuando tenemos una sobresaturación de información, es más díficil encontrar estos casos, pero lo importante es poder estar pendientes y no dejarse llevar por el circo mediático, mantener una postura crítica ante las imágenes que nos presentan los medios. De pasada quiero mencionar un caso, que en lo personal me fascinó por el manejo mediático y la cortina de humo tan espesa que se logró crear. El 15 de enero de 2009, durante mi estadía en la ciudad de Los Angeles, me tocó enterarme, como la mayoría de los habitantes de Estados Unidos, del “Milagro en el río Hudson”, un avión comercial de la empresa US Airways tuvo dificultades técnicas al despegar en la ciudad de Nueva York, y el piloto logró aterrizar en las aguas del río que baña las costas de Manhattan, salvando la vida de los pasajeros del aeronave; los noticieros de televisión mostraban las imágenes del avión en el rio, la gente siendo rescatada, los testimonios, la búsqueda por la entrevista con el piloto (que tardó dos días en hablar con los medios), todos querían un pedazo de esta historia. Era tanto lo que venía del accidente en el río que un acontecimiento de ese mismo día se vio relegado a unos cuantos minutos televisivos: la última aparición ante los medios de George W. Bush como presidente de Estados Unidos, su último discurso, su informe de despedida, se ahogó junto con el avión.
Puedo sonar paranoica, pero desde ese día me he sentido intrigada, qué suerte que les tocó ESE piloto en especifico, alguien que tenía una consultoría para manejo de crisis en aviones, o sea, la persona más preparada para enfrentarse una situación ahí, y que curioso que se dio a pocas horas del informe, llama aún más la atención que se dijo que la falla de la nave fue ocasionada por una bandada de pájaros que chocaron contra uno de los motores, pero no se dio acceso a la nave después de que fue rescatada del río. Mucha suerte… o no.
Regreso a este tema, a este efecto chupacabras porque a pesar de todo, sigo sin poder entender cuál es el gran asunto con Paulette. Si, lo acepto, es una tragedia la muerte de una niña, o una muerte en general en todo caso, pero pues que alguien me diga por qué esta muerte es más importante que los dos hermanitos que murieron en Tamaulipas después de que un comando de militares dispararó contra el vehículo donde viajaban con su familia. Todo el melodrama que rodea a Paulette y, sobretodo, a sus padres, es la telenovela que México necesitaba. El estar pendientes de las entrevistas que da la mamá, juzgar que si llora, que no llora, que si dice, que si no dice, que si tiene un amante, que si está loca, todos tienen algo que decir acerca del tema, todos están enterados y todos quieren saber. Pregunté en twitter cuál considerarían que es el tema que Paulette está encubriendo, y una amiga, @ireriherrera me dio una respuesta muy interesante “creo que la cuestión es de qué temas. En plural. De todos. Estamos en época de saturación informativa”, y tiene toda la razón, hoy hay tanto acceso a tanta información que no podemos pensar en sólo un tema importante; en lo personal, siento que todo este show televisivo fue una forma de darle un desahogo al tema del narco, menos sangre y más drama.
Todavía le faltan un par de capítulos más a esta serie policiaca, esperemos que logren mantener las expectativas de la gente y quién quita, si los ratings son buenos, tal vez nos den la segunda temporada.
miércoles, 7 de abril de 2010
Los beneficios del trabajo (Parte 1)
lunes, 5 de abril de 2010
Lo que San Cristobal me dejó...
viernes, 26 de marzo de 2010
Crónica: Cinco horas para decir que el tomate subió de precio
TABASCO HOY
Desde la entrada de los diputados a la sesión hay cosas que observar. Este día, Brígida, el personaje que le quita el tedio a las largas horas de sesión, le reclamó al diputado Jesús Selván que la reunión de este martes haya sido movida para el lunes y ella no llegó.
-- “No fui a lo de Colosio por ustedes”, dijo con indignación; en tono bromista y momentos después el priísta José Dolores May, le dijo a la ofendida: “Tienes falta, eh...”, al final nos enteraríamos que el kilo de tomate subió en el mercado gracias al PT, que sí hace el super.
Como ya es costumbre, pasado el medio día inició la sesión y el protocolo reglamentario fue el mismo de siempre: la toma de lista de asistencia, la lectura de la orden del día y la aprobación de las actas de sesiones anteriores.
Uno a uno, los legisladores tomaron la palabra para exponer sus puntos de acuerdo; la sonaja de Brígida parecía cumplir con una doble función, de fanfarria al terminar de hablar cada diputado y de despertador para levantar a aquellos que hayan dormitado durante la intervención.
La sesión monótona la rompió la intervención del diputado perredista, Fernando Gómez Ascencio, al acusar proselitismo electoral de delegados federales en las jornadas federales de Atención Ciudadana iniciadas en la víspera en Nacajuca, asegurando que todas obras anunciadas son pagadas con dinero federal y lo que están haciendo es una manipulación de las necesidades de los tabasqueños con fines partidistas.
Comenzó entonces la pasarela de más de 20 legisladores, todos querían ser protagonistas: perredistas contra priístas; priístas contra panistas; perredistas defendiendo a panistas; panistas acusando a perredistas, coloquialmente los legisladores hicieron un “puchero legislativo”, de todo un poco.
El coordinador de la bancada del PAN, Juan Francisco Cáceres, intervino para señalar que no hay nada malo con este tipo de proyectos, que para acciones partidistas están las casas de gobiernos en cada municipio; antes de terminar, invitó a la diputada Lorena Beaurregard que le llevará el mensaje al secretario de gobierno comentario que fue recibido con aplausos por parte de los asistentes. La respuesta vino de inmediato Beaurregard tomó la palabra para defender su posición señalando que ella no era “recadera” de Cáceres.
Los legisladores subieron a la alta tribuna a manifestar sus puntos de vista, para criticar las acciones del gobierno federal en cuanto a un supuesto manejo de recursos con fines partidistas; el priísta Alfonso Izquierdo Bustamante explicó este tipo de acciones como reacción a los resultados favorables que ha tenido su partido por encima del PAN en elecciones recientes.
Hubo los que aplaudieron estas acciones, como Alterio Pérez Pérez, quien afirmó que felicitó a los delegados “porque si no se acercan a la gente, no pueden implementar políticas públicas”. También los que afirmaban que este tipo de acciones son centralistas, como explicó Fernando Morales que, en el folleto que explica en qué consisten las Jornadas de Atención Ciudadana, se menciona una vinculación directa entre el gobierno federal y los ayuntamientos.
Fueron cinco horas de sesión. Era un ir y venir sobre el mismo tema, sin avanzar en otras discusiones, los diputados y demás presentes recibieron con chiflidos y abucheos al diputado del PT, Andrés Ceballos, quien al tomar la palabra dijo: “El kilo de tomate subió, el kilo de aguacate subió, la gasolina subió”, ante lo cual todos en el salón de sesiones se rieron, y las tensiones de las últimas horas se diluyeron. Al final después de más de 5 horas, la sesión termina entre risas y abrazos de los legisladores.
domingo, 21 de marzo de 2010
CRÓNICA: La función se dio fuera de la pantalla grande
El sonido del disparo se camuflajeó con los sonidos de la película, los espectadores en la sala siguen sin saber el caos que ocurre en esos momentos a pocos metros. Salen de la función, algunos comentan la película, otros se apresuran para ir al baño; cuando llegan a la entrada principal del cine ven la cortina cerrada y bastante gente en el lobby, es cuando se enteran que la verdadera función se dio fuera de la pantalla grande.
Poco a poco se va armando la historia, con lo que la gente comenta mientras esperan. En el baño, una chica cuenta que poco antes de las 8 de la noche se encontraba en la taquilla, cuando de pronto vio que personas salían corriendo del casino Yak y de otras partes cercanas, y se dirigían al cine a refugiarse; otros dicen que escucharon balazos antes de que la gente saliera corriendo; hay quienes dicen que, al bajarse la cortina se separaron de sus familiares y amigos. La teoría que muchos repiten es que fue parte de un asalto al casino, llegó la policía y los asaltantes huyeron por la parte central de la plaza.
La gente que se encontraba en la plaza en esos instantes se resguardó en los dos cines y en algunos locales comerciales, mientras en la parte de afuera se llevaba acabo el operativo; “no hay nada de que preocuparse; hay policías afuera y hasta en el techo de la plaza”, comenta una de las jóvenes que trabaja en el cine buscando mantener tranquila a la gente, “no estoy segura que haya habido disparos”. Más tarde, uno de los guardias de la plaza confirma que hubo por lo menos un disparo.
Adentro no se sabe mucho; de vez en cuando personal de seguridad del cine alza un poco la cortina y se asoma para ver la situación a fuera; la gente espera, algunos se sientan en el café, otros aprovechan para tomar algunos cócteles en el bar, muchos hablan a sus casas para avisar que se encuentran bien, niños pequeños corren de un lado a otro, sin saber qué es lo que ocurre.
Hay quienes se ven preocupados, sentados en el suelo con sus hijos en las piernas, otros a los que la espera los ha aburrido, un grupo de jóvenes cuentan chistes para perder el tiempo. Cada quien busca la forma de hacer la espera un poco más soportable. No se sabe cuánto tiempo más estarán ahí. Son familias, novios, amigos; cerca de 130 personas sentadas, aguardando para salir.
A las 9 de la noche se escucha la cortina otra vez, pero eahora la abren un poco más, la situación se ha calmado. La gente se apura a salir, y se encuentran con la plaza desierta, todo es silencio; un sábado normal, la música de la pista de hielo es ensordecedora, la gente abarrota las mesas del área de comida, se sientan en el café a ver quién pasa; a esa hora la plaza es todo alegría. Este día no.
En la salida hay algunos guardias de seguridad que guían a las personas para que no vayan hacia la otra parte de la plaza. Afuera todos se dirigen a sus autos, algunos se quedan en la puerta intentando decifrar qué acaba de ocurrir.
martes, 9 de marzo de 2010
Violencia contra las mujeres
Cifras de la violencia
De acuerdo con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem, por sus siglas en inglés), el lugar en el que la mujer corre más riesgo de ser víctima de agresiones y violencia es su propio hogar. Asimismo, basado en estudios realizados, el Unifem estima que una de cada cinco mujeres en el mundo será victima de violación o de intento de violación en algún momento de su vida. También el fondo señala que la mitad de los asesinatos de mujeres son perpetrados por sus esposos o parejas actuales o anteriores.
Desde una perspectiva más local los números no son nada alentadores. La Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones sobre Feminicidios de la Cámara de Diputados federal, dio a conocer que de 2009 a mediados de febrero del presente año se han registrado 509 asesinatos de mujeres en México. Por su parte Claudia Salas del Instituto Nacional de las Mujeres señaló, en una entrevista radiofónica dada hace unos meses, que siete de cada diez mujeres padecen algún tipo de violencia en México.
En 2006, el Instituto Nacional de la Mujer y el Inegi realizaron la Encuesta de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), según la cual Tabasco ocupa el lugar 11 a nivel nacional en casos de violencia contra las mujeres, con un índice del 66.1 por ciento, siendo la media nacional 67.0 por ciento.
Esta encuesta señala que, en lo que respecta a la violencia física contra mujeres, Tabasco ocupa el primer lugar, con una incidencia del 25.7 por ciento, lo cual se encuentra a 5.5 por ciento arriba de la media nacional. En cuanto a la violencia económica y emocional, el estado también tiene índices arriba de la media nacional, con una incidencia del 27 y 41.8 por ciento, respectivamente. Sólo en el caso de la violencia sexual, Tabasco tiene un porcentaje menor.
Iris Sánchez Marcin indica que a lo largo de 2009 el Instituto Estatal de la Mujer recibió un total de 2342 casos, de los cuales 1753 están relacionados con algún tipo de violencia; de estos, sólo 229 mujeres levantaron demandas. “Estamos viendo otro fenómeno, la mujer viene, denuncia, pero después ella misma retira la demanda”, agrega. A su vez explica que, si bien el número de reportes de violencia que ha recibido el instituto ha aumentado exponencialmente en los últimos años, esto no se debe a que las agresiones hayan aumentado, sino que se ha dado mayor difusión a los derechos de las mujeres y estas se sienten con mayor libertad de denunciar.
Texto Publicado http://tabascohoy.com/nota.php?id_nota=189179&h=shanik%20david
(Diseño: Carmen Chanona. Infografía: Alejandro Rodríguez)
jueves, 4 de marzo de 2010
El proceso de reconstrucción
En una ocasión la señora Claudette Colbert me explicó la razón por la cual su hijo Jean Luc vivía en Haití lejos de ella. Cuando ella por primera vez vino a vivir a México hace 17 años venía con sus dos hijos, Juan Carlos de tres años y Jean Luc de 7. Como al principio tuvo dificultades para buscar trabajo y establecerse, decidió mandar a su hijo mayor con su padre a Estados Unidos, sin saber que después éste mandaría a su hijo de regreso a Haití sin consultarla. Ese fue el comienzo de una división familiar que duraría hasta dos semanas después del terremoto.
En este segundo encuentro con Jean Luc se le ve más cómodo, un poco más adaptado a esta nueva vida y a esta nueva ciudad. Su hermano Juan Carlos, sentado junto a él, explica el proceso de traer a Jean Luc de su país; “originalmente fuimos a un programa de radio, y el locutor nos contacto con el doctor Rubén Padrón de la Cruz Roja, y básicamente él fue quien se encargó de hacer todo, fue el que inició la operación aquí en México con ayuda del personal de la Cruz Roja allá en Haití”. Este no fue el primer intento que hicieron para traer a Jean Luc; tiempo antes del terremoto habían buscado con Relaciones Exteriores la forma de poder traerlo, pero los requisitos siempre presentaron un obstáculo; “la embajada pedía cosas que a nosotros se nos hacían incoherentes, por ejemplo, para traerlo hace unos años, la embajada pedía comprobar un estado bancario considerable, él tenía que tener 1000 dólares para poder entrar, cosas así, muy raros” explica Juan Carlos.
Por su lado, Jean Luc afirma que el venir a México fue relativamente fácil, fue un proceso que inició un miércoles y el viernes en la mañana ya estaba en el avión a México. “Lo primero que hice fue entrar al campamento mexicano, y ya estando ahí busqué a gente de la embajada Mexicana y desde el miércoles me quedé en el campamento; el jueves ellos contactaron a mi mamá y confirmaron que el viernes nos veníamos, así que otra vez dormí en el campamento, y el viernes en la mañana tomamos en avión” sintetiza Jean Luc.
Uno de los momentos más difíciles antes de partir fue despedirse de sus amigos, a quienes consideraba como hermanos. “El jueves estuvimos juntos desde las 11 de la mañana hasta las 7 y media de la noche, fue un momento difícil, porque era el último momento que pasaríamos juntos, nos despedimos y entré, tenía mi celular y estuvimos hablando toda la noche, me dormí como a las 2 de la mañana, me desperté como a las 7 y les volví a marcar, hasta que me subí al avión estuvimos hablando por teléfono”. Otra separación que le costó mucho fue con su novia, con la que llevaba 3 años; después del temblor muchas personas se fueron a las provincias, por eso cuando Jean Luc se enteró que ya estaba todo listo para su viaje a México su novia no estaba junto a él. Dice que ha intentado comunicarse con ellos, pero que ha sido muy complicado, que él logra escucharlos contestar el teléfono pero ellos no lo escuchan a él.
Después de 10 horas de vuelo llegó al aeropuerto de la Ciudad de México, y al bajar del avión se encontró con su mamá, a quien no veía desde hace cuatro años. Cuando recuerda ese momento hace un gesto de victoria y recuerda “fue un buen sentimiento; cuando bajé del avión y la alcancé a ver, ella sonrió, y yo también estaba sonriendo, estábamos muy felices”. Un momento similar fue su llegada a Vilahermosa, donde se reencontró con su hermano menor; “pensé que lo iba a ver en la casa, pero cuando llegué aquí y recogimos mis maletas, se abre la puerta y ahí estaba Juan Carlos enfrente de la gente, le di un gran abrazo, porque estaba muy feliz de verlo” cuenta con una gran sonrisa en el rostro.
Ahora comienza el proceso de reconstrucción, no sólo de su país, sino también de su vida; a pesar de todo, el cambio de estilo de vida si le afecta un poco, “tengo mi familia, pero extraño a mi novia y a mis amigos, en Haití no tenía la costumbre de quedarme en mi casa todo el día, porque tenía muchas cosas que hacer, era un hombre dinámico”. Insiste en que lo que más se le dificulta es el sentirse como un niño, perder un poco de su independencia ya que todavía no conoce bien la ciudad y no sabe cómo moverse, por eso para él lo principal es trabajar para tener un poco de dinero y empezar a retomar su estilo de vida de antes. “Quiero poder ir a donde quiera solo, y después quisiera tener un carro; ese es el plan” afirma con determinación.
Por último, Jean Luc reitera, “quisiera agradecerle a todos los que hicieron lo posible para que yo viniera, primero al capitán y los soldados del campamento del aeropuerto en el que estuve, porque fueron muy amables conmigo. En segundo lugar a la Embajada mexicana en Haití, la gente de protección civil y relaciones exteriores, los doctores, Rubén Padrón, y a todos los mexicanos y el gobierno por la ayuda que han enviado a Haití”.
miércoles, 3 de marzo de 2010
“El Haití que dejé es un país en el que la gente no tenían esperanza”
Muchas veces para poder construir algo nuevo es necesario derribar toda una estructura existente, tirar todo para poder empezar de cero; sin planearlo, sin siquiera esperarlo fue el caso de Jean Luc Colbert, un joven de 24 años que, viendo en retrospectiva, afirma tenía una buena vida, hasta el martes 12 de enero, en que un temblor de 7.0 grados literalmente derribó su mundo, dándole la oportunidad de reconstruirla.
“Ese día estaba en casa de un amigo, cuando la tierra empezó a saltar” narra Jean Luc semanas después del temblor; “al principio no sabíamos qué estaba pasando, así que salimos y empezó más fuerte, vimos que la casa estaba bailando, pensamos que se iba a caer”. Cuando paró el primer temblor, entraron una vez más; todavía no habían logrado entender lo que había ocurrido cuando la tierra empezó a sacudirse una vez más; “volvimos a salir y nos fuimos a un campo de fútbol que estaba cerca de la casa, entonces empezó más fuerte otra vez, pensamos que era el fin del mundo”.
Al principio le cuesta un poco hablar de la devastación en las calles, la cual compara como una escena de la Segunda Guerra Mundial, como si alguien hubiera bombardeado la ciudad y destruido todo. “Había mucha gente que perdió todo; conozco a un hombre que se salvó sólo porque salió a comprar una Coca Cola, toda su familia murió, su mamá, su papá, su hermana, su hermano más chico, perdió todo”, recuerda con dolor el joven mientras considera que él y sus amigos tuvieron suerte, ya que pudieron salir de la casa a tiempo, lo cual muchas personas no lograron hacer; “había gente muriendo dentro de las casas, gente que no había salido, todo olía mal, algunas personas estaban siendo comidas por perros y cerdos”, continua Jean Luc.
En los días que siguieron salía lo menos posible de su colonia, ya que le daba miedo y dolor ver a la gente que estaba muriendo, gente que había perdido brazos y piernas, a la espera de atención médica que no llegaba, “no había hospitales, el hospital de mi área estaba destruido, los doctores no eran suficientes”. Otra razón por la que casi no salía a la calle era la inseguridad que había, ya que con el temblor se derrumbó parte de la prisión de Puerto Príncipe, dejando libres a muchos convictos; “actúan como monos, quieren tomar todo lo que puedan, cuando salieron intentaron matar a la gente que nos estaba ayudando, para poder quedarse con las cosas”, dice con cierta molestia.
“Un problema muy grande es la coordinación, porque hay mucha gente que quiere ayudarnos, pero no hay un contacto o alguien que distribuya la ayuda” señala Jean Luc; también habla acerca de las dificultades que tenían para encontrar alimentos, y como, hasta el momento en que él salió de Haití, había personas que todavía no recibía ningún tipo de ayuda. “Había un tipo de unidad entre la gente” dice, “porque después de que pasó ya no había gente rica ni pobre, todo el mundo estaba viviendo juntos en los lugares donde nos llevaban la ayuda”.
Hace un par de semanas, gracias a la ayuda de la Cruz Roja, Jean Luc pudo salir de Haití para reunirse con su madre y su hermano en Villahermosa, y empezar una nueva etapa de su vida, pero sin olvidar todo lo que le tocó ver al dejar su país. “El Haití que dejé es un país destruido, en el que la gente se pregunta qué hará ahora, no tenían esperanza” finaliza Jean Luc, a cinco días de haber llegado a Tabasco, a punto de empezar el proceso de reconstrucción que inició con el temblor que derrumbó su mundo.