miércoles, 1 de agosto de 2012

En busca del balance entre las emociones y la salud

Hace unas semanas me enfermé del estomago, cuando le comentaba a la gente los síntomas que tenía todos respondían lo mismo “ya ves, es el estrés, tienes que relajarte”.
Esto me puso a pensar mucho en cómo el estado anímico afecta en la salud, cómo lo que pensamos puede bajar nuestras defensas, o cómo el ritmo de vida nos puede causar males más allá de corajes momentáneos.
De acuerdo con investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York sí hay una relación estrecha entre los sentimientos y el funcionamiento del cuerpo, esto pues ambos son controlados por el cerebro.
Las emociones se generan en la parte del cerebro que produce las hormonas que controlan el funcionamiento del organismo, por lo tanto cualquier alteración en ambas zonas neuronales afecta en la otra.
Por eso cuando uno está enfermo se deprime, o cuando uno se estresa tiene afectaciones en los músculos o estomago.
Buscando información sobre el tema, encontré que hay una serie de señales que nos da nuestro cuerpo cuando nuestra “salud emocional” está fuera de balance, estos son: dolores de cabeza, espalda, pecho o en general en diferentes partes del cuerpo, presión alta, problemas para dormir, mareos, palpitaciones, problemas sexuales, problemas para respirar, sudoración, tensión en el cuello, molestias en el estomago, cambios en el apetito, estreñimiento o diarrea, boca seca, cansancio extremo y cambios bruscos de peso.

Cuando vi la lista mi primer pensamiento fue “ja, esos son la lista de los males de los reporteros”, lo cual me dio un poco de perspectiva acerca de lo “sano” del estilo de vida que llevo.
Sé que hay que cambiar ciertas cosas, pero con el ritmo de trabajo a veces es complicado. Sin embargo, algunos sitios dan consejos que, posiblemente, sean más adaptables a los tiempos de la vida del reportero:
- Comer bien. Ok, sé que esto se complica, pero es cuestión de dejar las papás fritas y refrescos, y de vez en cuando comer un plato de fruta, ensalada o darse una hora para ir a una fonda y comer como la gente decente (y de preferencia a buena hora).
- Dormir lo suficiente, lo cual implica dormirse temprano.
- “Si te caes, levántate”, o sea, no dejes que te agobien los errores, sigue adelante y enfrenta las dificultades con calma.
- Divertirse, jugar, socializar, relajarse y hacer ejercicio, estas son cuestiones básicas para mantener sanos tanto el cuerpo como la mente.
- Expresa tus sentimientos de formas adecuadas. Cuando uno acumula cosas que no dice, tiende a explotar causando problemas con las personas que nos rodean, por eso es necesario decir lo que pensamos o sentimos.
- No te enfoques en el estrés, los problemas y las cosas tristes, procura siempre buscar el lado positivo de las cosas.

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