Tengo una confesión que hacer: soy una adicta a la transparencia. En mis ratos de ocio tiendo a meterme a la página de transparencia del ayuntamiento de Puebla (fuente que cubro para el medio que trabajo), o simplemente me sumerjo en el maravilloso sistema Infomex del gobierno estatal para leer respuestas a solicitudes públicas, solamente para conocer y darme idea de sacar temas.
Si bien todos los portales tienen sus deficiencias, es interesante echarles un ojo y de pronto encontrar una que otra rareza que pueden servir para desarrollar temas más a profundidad, y si, sé que este comentario me hace sonar extremadamente ñoña, pero no me importa.
Pero claro, como toda relación, mi amor con Infomex no empezó muy bien que digamos. Tenía a penas 15 días trabajando en medios poblanos cuando mi entonces jefa me pidió que pidiera una información por medio de transparencia al Colegio de Bachilleres de Puebla. Era el miércoles antes de semana santa de 2011 cuando abrí mi cuenta, escribí mis preguntas, dí aceptar, y comenzó el suplicio.
Después de ahí fueron meses de meter recursos de revisión, volver a formular las preguntas para poder darle la vuelta a los candados de la institución, visitas al IFAI para pedir ayuda, para que al final de cuentas, a principios de 2012 recibiera un correo en donde se me notificaba que no me podían dar la información de ninguna manera.
Ya para esas alturas esa primera solicitud había quedado casi olvidada, y seguí haciendo la lucha como quien pelea por una relación que sabes en realidad es insalvable. Ya había metido otras tantas solicitudes tanto al gobierno del estado como al municipio, y es un vicio que simplemente ya no puedo evitar.
Sin embargo, mis malas experiencias me han permitido crear un par de tips para aquellos que recién empiezan a hacer uso de estos sistemas, o simplemente quienes lo hacemos con frecuencia pero se nos olvidan ciertas cosas:
1) Nunca, nunca, nunca pidas algo que pueda sonar a información personal, eso siempre lo podrán usar en tu contra y después de una larga espera de entre dos y cuatro semanas te pueden rechazar todo. En ocasiones sirve que pongas NO PIDO INFORMACIÓN PERSONAL, pero en otras lo pueden ignorar por completo, es un riesgo que hay que tomar.
2) Revisa siempre tus preguntas antes de mandarlas, una mala sintaxis puede hacer que la información que pides no sea la correcta. Ejemplo, hace unas semanas pedí información sobre una licitación que lanzó el ayuntamiento, pregunté la empresa ganadora, los servicios contratados, pero en vez de poner "¿Por cuánto dinero se contrató a la empresa?" o "El contrato que se le dio a la empresa, ¿a cuánto asciende?" o cualquier otra variación de la pregunta, puse "¿Cuánto se invirtió en este proceso?"; obviamente la respuesta fue "nada".
3) Estar pendiente de las fechas. Cuando una solicitud de información es negada, y consideras que no tiene razón, puedes meter un recurso de revisión, pero para este solo tienes un par de días luego de que recibes la respuesta, después de ese plazo no hay forma de exigir respuesta y tienes que volver a iniciar el proceso.
Después de todo este debraye, la pregunta puede ser "¿por qué me gustan tanto los portales de transparencia?", uno puede pensar que los gobiernos solo publicarán lo que les conviene en sus portales, y las solicitudes tardan mucho. Pero en lo personal, lo veo como una herramienta periodística fundamental, y es el mismo ímpetu de reportero que te ayuda a encontrar una nota en todas esas bases de datos.
Sé que la transparencia no es solo para reporteros, es en sí para la ciudadanía en general, pero no puedo separar una de la otra, soy reportera, ciudadana y adicta a la transparencia, no hay una sin la otra, así que no puedo verlo de otra manera.
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