sábado, 30 de noviembre de 2013

Mi código de reporteril: los errores que se propagan como verdades

Antes que nada pido una disculpa si alguien que lea esto se siente identificado para mal.
Hay una frase que me ha rondado en la cabeza en los últimos días y que he escuchado salir de compañeros reporteros y amigos a quienes respeto y admiro de verdad: "el compromiso que tenemos es con el lector".
Esa frase tiene que ser la máxima de cualquiera que esté en camino de convetirse en periodista y para los que creen que ya lo son. Nos debemos a las personas que nos leen, nos escuchan o nos ven, no a las fuentes, no a los políticos y, a veces, ni a los propios jefes.
Un reportero está para dar información que vale la pena, que haga pensar al lector, que le brinde un pedacito de algo nuevo que le ayude, hasta cierto punto, a conocer mejor el entorno en el que viven.
Por eso un reportero no debe ser un simple "transcribe-declaraciones", hay que reflexionar lo que dicen las personas que nos declaran, ver los errores que puedan tener y evitar en lo posible dar información incorrecta.
Digo, todos cometemos errores, dedazos, nombres que se nos van mal, pero hay veces que me he topado con notas de compañeros que tienen errores garrafales y la justificación es "es que eso me dijo la persona que entrevisté".
Si la persona que entrevistamos dice que la tierra es plana, ¿se lo vamos a informar al lector sin siquiera poner un pedazo de la evidencia de que en realidad es redonda, solo porque la fuente así lo dijo?
Esta reflexión viene al caso porque hace unos días me tocó escuchar a una persona en una rueda de prensa argumentando la ilegalidad de algo bajo criterios que no son aplicables; una persona que tiene en sus manos el futuro de un grupo de ciudadanos busca justificar su postura bajo normas que nada tienen que ver, y no sólo la gente se lo cree sino que los reporteros, la mayoría, se lo cree también, lo publican y el error se propaga como una verdad.
Evidenciar el error de la persona en cuestión te hace parecer oficialista, un vendido. Pero es mejor eso, dar una explicación de cómo esta persona la está cagando a seguir propagando un error que puede arruinar la vida de las personas.
Si la fuente te cree un vendido, que lo crea. Lo que importa es que uno sepa que hizo lo correcto, corrigió la plana y que al menos tus dos lectores sabrán que las cosas no son cómo las intenta definir una sola persona.

sábado, 17 de agosto de 2013

Memorias de una mañana en el CIS

En la página de internet el trámite parece sencillo. Se proporciona un listado de los documentos que debes  presentar, acta de nacimiento, IFE, comprobante de domicilio y hacer el pago.

Se presume que en 20 minutos uno llega y sale; esta es una de las bondades del Centro Integral de Servicios (CIS), la sede de gobierno que Rafael Moreno Valle estrenó durante su segundo informe de gobierno a principios de este año, el cual serviría para que los ciudadanos puedan hacer todos sus trámites bajo un solo techo, en menos tiempo y más eficiente. Esa era la promesa.

Poco antes de las nueve se empieza a ver a las primeras personas reuniéndose fuera de la puerta de cristal, como si fuera una barata en el centro comercial que se encuentra enfrente, pero aquí en vez de buscar las mejores prendas, uno quiere la primera ficha, el primer lugar, para salir lo antes posible y aprovechar el resto del día.

Media hora después el lugar está repleto. Uno llega, se presenta en la recepción, se le da una ficha para pasar al primer modulo, el primer escalón de un largo recorrido. Con ansías uno ve el boleto que le tocó en esta lotería, el cual tiene el número 115, y voltea a la pantalla la cual anuncia alegremente el turno 45.

De pronto una mujer se para enfrente de las filas de sillas donde esperan los afortunados del día. De manera rápida muestra un formato extraño y dice que todos deben tener ese papel dentro de su documentación, de lo contrario tendrán que presentar su CURP y RFC.

Asustado un joven se acerca a la señorita y le dice que no tiene ninguno de los tres requisitos que acaba de mencionar. Con desgano la servidora señala al modulo de Actas de Nacimiento y dice “mi compañera de ahí te puede ayudar a imprimir tu CURP”.

Con pasos rápidos para no perder su turno, el joven de alrededor de 30 años llega frente a la “compañera” que, según, sería su salvación. Le explica lo que le dijo la otra señorita, ella ni alza la mirada, estira la mano para pedir la ficha para atenderlo, al no tenerlo le dice que tiene que regresar a recepción para pedir su turno para poder imprimir lo que quiere. Los números en el monitor avanzan.

Una persona que ya pasó por lo mismo ve su desesperación y le dice que con tener los números es suficiente; rápidamente saca su smartphone y consigue los datos, los apunta en una hoja justo a tiempo para pasar a la primera ventanilla. Sabe a victoria

En este lugar entregan el formato de pago. Ya son las 11 de la mañana. Ahora hay que pasar a la sucursal de Banamex, única forma de pago disponible porque la terminal de tarjetas de crédito no tiene servicio. El banco cobra cinco pesos de comisión, la fila crece con el paso de los minutos.

A las 11:35 uno vuelve a entrar al recinto, disfruta la cantidad de luz que entra por los ventanales y el aire fresco que se siente, a pesar de que la gente sigue llegando y es poca la que sale.

La fila curveante para las Cartas de Antecedentes No Penales parece un juego de “A la víbora de la mar”, empieza pegada a unas computadoras en las que los ciudadanos -y quienes reciben un salario por dar servicios al público- tienen que escribir datos personales.

La cola de personas se extiende formando un espiral, el cual avanza lento, mientras todos portan en sus manos el turno que les corresponde, aquí un señor del DF tiene el número 149, junto a él una joven de 27 años que es maestra tiene el 163, y después de ella un hombre mayor tiene el 123. Una joven se acerca a quien organiza la fila para preguntar si no hay problema con que su número este revuelto, este la ve con ojos vacíos y dice “no”.

Pasan los minutos en esta vuelta. Dan las 12:45 cuando toman la foto y las huellas digitales. La mujer encargada del modulo porta un gafete en el que sale sonriente, pero en la vida real ni las bromas que le hacen las personas que pasan frente a ella hacen que su boca deje de abrirse y cerrar para masticar su chicle.

A la 1 de la tarde uno sale a la luz, con papel en mano, los pies cansados, el estomago vacío, y un día a punto de empezar.

martes, 6 de agosto de 2013

Emociones geeks y Pacific Rim



Soy la niña geek que creció viendo animes y cuya vida quedó marcada por Evangelion.
Soy la niña geek que tiene una figura de acción de un Eva en su paquete original, 12 años después de haberlo comprado.
Soy la niña geek que esperó con ansías Pacific Rim.
Soy la niña geek que a la mitad de la película ya estaba abrazando su bolsa en plena sala de cine, absorbiendo cada cuadro de la película con ojos abiertos como platos.
Soy la niña geek que al final de la película acabó con los ojos húmedos, la boca abierta y un sentimiento de placer indescriptible.
Soy la niña geek que hoy vio lo más cercano a un live action de su serie favorita y sobrevivió la emoción.
Hoy, soy la niña geek más feliz del mundo.
Podría decir mucho sobre la historia que es perfecta, los efectos que son impecables, el homenaje a tantas y tantas películas/series/animes/mangas. Pero no, sólo puedo y quiero decir: soy feliz.


jueves, 23 de mayo de 2013

Puebla ¿comunidad segura?

"Puebla es una ciudad segura". En los poco más de dos años que tengo viviendo en Puebla y trabajando en medios he perdido la cuenta de cuántas veces he escuchado esta expresión.
"Puebla es una ciudad segura", nos repiten hasta el cansancio gobernantes, secretarios, funcionarios públicos; no así los presidentes de cámaras de comercio, quienes denuncian una y otra vez los atracos en comercios y a clientes.

"Puebla es una ciudad segura", me dijeron cuando, con tan sólo tres meses de vivir en aquí, una mañana de julio me abrieron la mochila al subirme al transporte público y me sacaron mi Mac; la denuncia se presentó pero nada pasó. Incluso el propio secretario de Seguridad Pública Municipal designó a un elemento policíaco a que me llevara a esos puntos que tienen identificados donde se vende la mercancía robada, pero de mi lap blanca, nada.
"Puebla es una ciudad segura", se escuchó por ahí cuando a una compañera fotógrafa le robaron su equipo una mañana en la zona del Centro Histórico; la amenazaron con una navaja en plena calle.

"Puebla es una ciudad segura" se lee en algún periódico mientras a una amiga la asaltan a dos cuadras de su casa; los delincuentes se llevaron su cartera, el iPhone de su trabajo y su calma.
"Puebla es una ciudad segura" dicen por ahí, cada vez que alguna amiga llega a contarme como en el camión le sacaron la cartera o el celular del bolso.
"Puebla es una ciudad segura", aseguró el gobernador una vez más pese a que en lo que sería el asalto a cuentahabiente número cuarenta y algo del año (aproximadamente) un joven de 24 años falleció.

Claro, Puebla se verá como una ciudad segura si se compara con Veracruz. Es como decir que un niño de cinco años tiene menos vicios que un joven universitario de 19.
Si se ve así, claro que Puebla es una ciudad segura. No hay más qué decir.

sábado, 18 de mayo de 2013

Historias de Taxis I


"Buenos días, señorita. No se preocupe por los niños de atrás, son mis hijos. Ya sabe, hoy no hay clases y no tengo con quién dejarlos, por eso acá los traigo. Saluden, niños. 
Oiga, ¿usted no es de aquí verdad? Si, se nota, las poblanas son... ¿cómo decirlo?... No tímidas... Son cerradas. Cuando les hablas ni te responden. ¿Va al trabajo? ¡Qué bueno que trabaje, señorita, que se esté haciendo su camino en este mundo! 
Sí, mis hijos son muy tranquilos, se entretienen con lo que ven por la ventana del carro. Ahí en la semana los llevo a la escuela, los paso a recoger, los llevo a comer a la casa y me los traigo a trabajar; eso sí, regreso temprano a la casa porque tienen que hacer tarea. Ya después en la tarde le doy un rato más, y al día siguiente lo mismo. Sí, es complicado pero tenemos que salir adelante. Tenemos que salir.
¿Yo? Soy de la zona entre Oaxaca y Puebla, me vine a estudiar hace muchos años para ingeniero agrónomo, quería estar en el campo, pero un día agarré el taxi y dije “esto sí me deja” y ahí me quedé. De eso ya unos 15 años.
El taxi sí deja pero es caro. Sólo las placas cuestan unos 300 mil, por eso las mías las rento, pero el coche sí es mío.
Ay, señorita, cómo me gustaría encontrarme una tabasqueña como usted, se ve que son bien abiertas y amables. Le digo que yo soy de provincia, pero cuando me vine a Puebla me casé con una de aquí. No aguantó. Nos dejó hace como dos años. Sí, se fue y me dejó a los niños. Tenían dos y cinco años. Pero ahí los ve, estamos bien a pesar de todo. Sí, están felices porque siempre están con su papá.
Aquí estamos, señorita. Son 60 pesos. Me llamo David, espero verla otro día. Niños, despídanse de la señorita. Que tenga buen día, mucho gusto conocerla".

sábado, 27 de abril de 2013


Porque sé que un día regresaré a ese rincón entre tu pecho y tu hombro, en el que mi cabeza encaja como pieza de rompecabezas.
Ese pequeño espacio en el que tu olor y el mío se mezclan y el ambiente huele casa.
Ese refugio en el que me escondo del estrés, la preocupación, el dolor, la soledad y todas mis inseguridades.
Pero el camino se complica, no sé cómo regresar, o si es que alguna vez estuve en verdad ahí.
Sólo sé que debo seguir el aroma, esa esencia a la ilusión de lo que fue, de lo que puede ser.
Porque sé, que detrás de esa sombra está el rincón al que sin conocerlo algún día regresaré.

lunes, 1 de abril de 2013

¿Quién es Facundo Rosas Rosas?


Hay que reconocerlo, en muchas ocasiones cuando se nombra a un nuevo funcionario público no le damos mucha importancia, pensamos que es uno más que viene a llevarse nuestro dinero y dejarnos en las mismas.
Pero cuando dentro del curriculum del nuevo secretario se resalta que fue colaborador de Genaro García Luna, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, algo nos hace voltear y preguntarnos qué pasa.
Y no es de menos, pues García Luna es uno de los funcionarios más criticados de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, y al que más defendió el ex mandatario.
Fue el que encabezó la lucha contra el crimen organizado, el que rentó las instalaciones de la Policía Federal para la filmación de un programa de televisión, el que ha sido acusado de escenificar detenciones de secuestradores, como fue el caso de Florence Cassez, y un larguísimo etcétera.
Estos son algunos de los señalamientos que se han hecho en los últimos años contra García Luna, la cuestión es que junto a él en estos casos, aparentemente, estuvo el nuevo encargado de la seguridad pública en el estado de Puebla, Facundo Rosas Rosas.

En la currícula oficial proporcionada por el gobierno de Puebla, se resalta que Rosas Rosas inició su carrera en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en el año de 1990.
Para 2009 fue nombrado comisionado general de la Policía Federal, y en 2012 fue transferido a la subsecretaría de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos.
Recibió capacitaciones en Estados Unidos, Colombia, España, Guatemala, Bolivia, Japón y países árabes.
Tiene experiencia en combate al terrorismo, análisis táctico, inteligencia, grupos armados, tráfico de armas, manejo de crisis y negociación en materia de secuestro, prevención social del delito y atención a víctimas.
Además, se resalta que tiene triple certificación en cuanto a las pruebas de control de confianza, por parte de la Procuraduría General de la República, la Policía Federal de la SSP y del Gobierno de Estados Unidos de América.

Sin embargo, este último punto es de los primeros que llaman la atención, pues de acuerdo con un reportaje publicado en Reporte Indigo, escrito por la periodista Anabel Hernández, los resultados de las pruebas de control de confianza de Rosas Rosas, Luis Cárdenas Palomino y otros colaboradores de García Luna se encuentran reservadas por 12 años.
En el texto, la periodista señala que es “urgente” dar a conocer el nivel de confiabilidad de Rosas Rosas, pues si bien los expedientes de los resultados de sus exámenes fueron solicitados por transparencia, estos fueron ocultados por las autoridades tanto de la PF como de la SSP.
Fue hasta después de interponer numerosos recursos ante el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), que las autoridades entregaron tres hojas completamente tachadas y en negro, en las cuales solamente se ve el rostro del ex comisionado policíaco y unas cuantas palabras.
Ante esto, Hernández describe:

En ninguna parte se señala que el comisionado de la policía más grande, con más recursos y facultades del país haya aprobado los exámenes. En un recuadro, sólo se lee “apto” o “cumple con el perfil”.
Pero de acuerdo a los exámenes aplicados a otros funcionarios que Reporte Indigo tiene en su poder, “apto” o “cumple con el perfil” no son sinónimos de “aprobado”.

Experiencia en negociación en casos de secuestro
Este es otro de los rubros que se resaltan en la experiencia profesional de Rosas Rosas, que pueden llevar a acusaciones de sus actividades extra curriculares.
El 19 de enero, la periodista Anabel Hernández publicó en la revista Proceso un reportaje en el cual se rinden cuentas de las irregularidades relacionadas con la captura de los supuestos integrantes del grupo “La Flor”, quienes se vieron involucrados en el secuestro y asesinato de Alejandro Martí.
En la investigación se resalta que Lorena González Hernández, comandante de la PF y colaboradora de Rosas Rosas, formó parte del retén policíaco en el cual fue secuestrado Martí en 2008.
Si bien García Luna y Rosas Rosas se deslindaron de tener algún tipo de nexo con la comandante, la PGR mostró documentos en los cuales se demuestra que ella si trabajó en la SSP, explica la reportera en su texto.
Además, en otro reportaje de la revista Siempre!, el periodista Antonio Cerda Ardura, publicó que el empresario Eduardo García Valesca denunció que García Luna y Rosas Rosas “le tenían lavado el cerebro” al presidente Calderón Hinojosa, pues decían perseguir delincuentes “pero en realidad fabricaban culpables”.
Cerda Ardura narra en el texto: 

García Valseca fue secuestrado el 13 de junio de 2007, en un rancho de San Miguel de Allende, Guanajuato, y liberado el 24 de enero del 2008, en un cementerio ubicado entre Querétaro y Guanajuato, tras el pago de un rescate y después de que sus captores lo golpearon en repetidas ocasiones y le metieron tres balazos.
El empresario, quien cree que lo plagiaron los mismos que secuestraron al político panista Diego Fernández de Cevallos, y que se tuvo que marchar de México por la inseguridad, indicó que sólo así se explicaba que Calderón mantuviera en sus puestos a sujetos que no cumplieron su función y, por el contrario, parecían ser cómplices de delincuentes.

Grupos armados y manejo de crisis
Uno de los temas que más combatió García Luna durante su gestión al frente de la SSP fue el crimen organizado. Sin embargo, en noviembre de 2012 Edgar Váldez Villareal, mejor conocido como La Barbie, y quien fuera uno de los terratenientes del cártel de los Beltrán Leyva, envió una carta al periódico Reforma en la cual acusa tanto al secretario de Seguridad Pública, sus colaboradores -entre ellos Rosas Rosas- y al propio presidente Felipe Calderón Hinojosa de tener vínculos con las células delictivas.
“Genaro García Luna Titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) quien cuando menos desde el año 2002, primero en la AFI y luego en la PFP, me consta que ha recibido dinero de mi, del narcotráfico y la delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por Armando Espinosa de Benito quien trabajaba con la DEA y me pasaba información, Luis Cárdenas Palomino, Edgar Eusebio Millán Gómez, Francisco Javier Garza Palacios (PF Colombia), Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena quienes también forman parte y reciben dinero de la delincuencia organizada y de mi”, denunció en una carta disponible aquí.
Otro de los hechos en los que se vio involucrado Rosas Rosas a su paso como comisionado general de la PF fue el operativo que se desarrolló el 12 de diciembre de 2011 en la Autopista del Sol en Guerrero.
Ese día, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzimpa tomaron la carretera para exigir que restituyeran a los profesores del plantel académico. 
Elementos de la policía federal acudieron al lugar a disolver la protesta, por lo que emitieron disparos de alerta, esto de acuerdo a versiones oficiales.
Sin embargo, los estudiantes se mantuvieron en su sitio, lo cual generó un enfrentamiento en el cual murieron dos jóvenes manifestantes y un trabajador de una gasolinera cercana.
El tema fue atraído por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la cual llamó a comparecer a Rosas Rosas en enero de 2012 para que explicará lo sucedido. Un mes después, el comisionado fue transferido a una subsecretaría de la SSP.
Luego del análisis del caso, la CNDH determinó que sí hubo violaciones a los derechos humanos de quienes participaron en la protesta, pues se encontraron casos incluso de tortura por parte de los policías.
Por lo tanto la comisión exigió que se pagarán indemnizaciones a las familias de los fallecidos y se pidiera perdón por parte de las autoridades involucradas.
Si bien los familiares de los caídos en el choque ya recibieron el pago, las autoridades no han pedido disculpas. En su presentación oficial como secretario en Puebla, Rosas Rosas evitó el tema, al decir que ya se habían hecho las indeminzaciones correspondientes, por lo que el caso ya estaba cerrado.


A su llegada a la administración de Rafael Moreno Valle, el ex funcionario federal resaltó que impulsará una política de prevención del delito, alineada a la estrategia que tiene el gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque aseguró que tendrá “mano firme” para hacer cumplir la ley, empezando desde el interior de la SSP estatal.
Todos merecemos el derecho de la duda, y con los antecedentes de Rosas Rosas, la duda podría ser siempre un factor presente.

sábado, 26 de enero de 2013

Eufemismos de altura


De un tiempo para acá me he vuelto fan de los eufemismos que usan los políticos, gobernantes, autoridades, o como les quieran llamar, para darle la vuelta a las cosas y hacer tontos no sólo a los ciudadanos, sino a los propios reporteros que coleccionan las declaraciones que se acumulan en sus grabadoras.
Uno de los primeros, que siempre presumo al ser uno de los mejores juegos de palabras son los Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), los cuales, por definición consisten en la firma de un convenio a largo plazo entre un ente de gobierno y un inversionista privado para brindar un servicio público, como sería la construcción de infraestructura o otro tipo de atención que requiera la población, y las autoridades se comprometen a pagar en el largo plazo el servicio brindado por la empresa (más detalles http://www.shcp.gob.mx/EGRESOS/ppi/Paginas/Preguntas_Frecuentes.aspx).
Si se analiza el significado de este tipo de convenios, estos se pueden considerar como una deuda, si se toma en cuenta lo que dice el diccionario de la Real Academia Española: “Obligación que alguien tiene de pagar, satisfacer o reintegrar a otra persona algo, por lo común dinero”.
Pero, ¡oh, Jebús te ayude si publicas la palabra “deuda” al referirte al PPS firmado por el gobierno de Puebla para la construcción del Centro Integral de Servicios, ese juguetito de cerca de tres mil millones de pesos que Rafael Moreno Valle inauguró en su segundo informe de labores! Antes de que la nota esté publicada ya tienes en tus manos una carta aclaratoria del área de Finanzas del ejecutivo estatal, en donde se puntualiza que un PPS no es una deuda.

Juegos de altura con el teleférico de Puebla
Ahora hay un nuevo juego de palabras que me tiene cautivada. Desde septiembre de 2012 empezaron los rumores, “el gobierno del estado quiere construir un teleférico en la zona de los fuertes”. Primero pensé que era una broma, un borregazo soltado entre copas que alguien tomó en serio. Hasta que se volvió serio.
Un día, de buenas a primeras una casa del Barrio del Artista, en el corazón del Centro Histórico, fue demolida para construir una de las bases del teleférico. Ahí vino el primer eufemismo del gobierno del estado: “la casa ya no era histórica porque hace unos años fue intervenida para la instalación de un drenaje”. Si ese es el criterio, creo que ni las pirámides son históricas, porque se han hecho instalaciones eléctricas.
Al poco tiempo salió a la luz de que la llamada Casa del Torno sí estaba dentro de catálogo de monumentos del INAH; entonces salió el segundo juego: “bueno, la reconstruiremos tal y como estaba”. ¿Será?
Pasa el tiempo, y un grupo de investigadores logran obtener un amparo para detener las obras del teleférico por sus daños al patrimonio. Sin embargo, la resolución del juez fue clara, solamente se suspenden las obras que pudieran afectar el inmueble ubicado en la calle 8 Norte número 414; sí, se le dio protección a una casona que fue demolida meses antes. Los demás trabajos pueden continuar.
Por parte del INAH, la dirección nacional del instituto reconoce que no hay permisos, pero durante una visita a Puebla, el titular del organismo, Sergio Raúl Arroyo uso el mejor eufemismo del mundo: las obras están tan avanzadas que ya no podemos echar para atrás el proyecto, pero vamos a vigilar que no hagan más afectaciones.
Traducción: ¿quieren vaselina con eso?
Pero quienes se llevan las palmas en este juego de palabras son las autoridades municipales. Desde el inicio han dicho “dimos permisos para trabajos preliminares, que implica hacer trabajamos de limpieza, estudio y demás”.
Mantuvieron ese discurso mientras demolían la casa, mientras se elevaba la estructura, mientras el tema se lleva a la corte: “dimos permisos preliminares, no de construcción”.
En una ocasión el propio secretario de obras del ayuntamiento dijo en una entrevista que se les había permitido iniciar los trabajos formales aún antes de pedir las licencias de construcción, como una forma de ganar tiempo, solamente hacían falta los cálculos estructurales y los permisos del INAH. Poca cosa para una estructura de 70 metros de alto en zona de monumentos.
Semanas después, el funcionario rechazó haber dicho eso, y se mantuvo firme de que no se ha dado autorización para el proyecto.
Ahora bien, la gran pregunta es: sino hay permisos ¿por qué no han cancelado el proyecto?, eufemismo de respuesta: “hay buena comunicación con el gobierno del estado y estamos colaborando para que no haya problemas”.
Sin embargo, este fin de semana el secretario soltó un juego de palabras muy interesante, que fue el que me hizo ver que para ser gobernante hay que ser un experto en decir lo que no quieres decir sin decirlo para poderte escudar.
El secretario dijo algo que el amparo que obtuvieron los investigadores sólo detiene las obras en el Barrio del Artista, y pueden continuar en los otros tres puntos que son intervenidos.
Pero, el ayuntamiento no puede dar permisos para una parte de la obra nada más; las autoridades municipales no pueden fraccionar una obra, tal y como lo hizo la autoridad judicial. O sea, en palabras más claras: aún cuando el gobierno del estado tenga autorizado seguir con los trabajos en los otros puntos del teleférico, estas obras no son legales ante el ayuntamiento.
Aún cuando el secretario dijo claramente eso, nadie vio el fondo: no hay permisos por parte del ayuntamiento, no hay permisos por parte del INAH, pero van a seguir la construcción.
Traducción: ¿quieren vaselina con eso?
Los juegos de palabras de estos nuestras autoridades, todos tienen la misma traducción “hagan como quieran, que nosotros haremos lo que queramos”. 

Torres en la zona de los furtes de Loreto y Guadalupe

Sangre y música: la esencia de Tarantino

Un hallazgo entre mis cajas sin desempacar me hizo recordar una de las características fundamentales del cine de Quentin Tarantino, que siempre lo tengo presente al ver sus cintas, como fue el caso de Django Unchained la semana pasada (excelente película, por cierto) o simplemente cuando por cosas de la vida vienen a la mente escenas clásicas del director, pero tardas en darte cuenta que ese detalle está ahí.
Las historias bizarras con exceso de violencia, los monólogos como el del significado de Like a Virgin, con el cual abre su primera película “Reservoir Dogs”, y cantidades de sangre monumentales que sacarían de sus casillas al propio Jesucristo en Viernes Santo. Estos son los sellos de Tarantino, los cuales enmarcados con soundtracks especialmente escogidos crean este género especial que lo destacó como uno de los directores favoritos del cine de culto desde el inicio de su carrera.
La música. ¿Cómo no enamorarse de la música de las películas de Tarantino? O más bien, ¿cómo separar las cintas de Tarantino sin esas canciones hoy clásicas?
Un poco con esa idea, comparto algunas de las rolas de las películas de Quentin Tarantino que no puedo sacar de mi discografía mental.