Un hallazgo entre mis cajas sin
desempacar me hizo recordar una de las características fundamentales
del cine de Quentin Tarantino, que siempre lo tengo presente al ver sus
cintas, como fue el caso de Django Unchained la semana pasada
(excelente película, por cierto) o simplemente cuando por cosas de
la vida vienen a la mente escenas clásicas del director, pero tardas en darte cuenta que ese detalle está ahí.
Las historias bizarras con exceso de
violencia, los monólogos como el del significado de Like a Virgin,
con el cual abre su primera película “Reservoir Dogs”, y
cantidades de sangre monumentales que sacarían de sus casillas al
propio Jesucristo en Viernes Santo. Estos son los sellos de
Tarantino, los cuales enmarcados con soundtracks especialmente
escogidos crean este género especial que lo destacó como uno de los directores favoritos del cine de
culto desde el inicio de su carrera.
La música. ¿Cómo no enamorarse de la
música de las películas de Tarantino? O más bien, ¿cómo separar
las cintas de Tarantino sin esas canciones hoy clásicas?
Un poco con esa idea, comparto algunas
de las rolas de las películas de Quentin Tarantino que no puedo
sacar de mi discografía mental.
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