Por cuestiones personales llevo un par
de días preguntándome qué es lo que hace a un reportero bueno, un
poco en una postura de autocrítica al trabajo que llevo
desempeñando, de manera formal, desde hace poco más de un año.
Hoy, en un arranque de ocio, y de ganas
de dejar de pensar en otras cosas, le hice a dios esta pregunta -uso
la palabra “dios” con minúscula para no afectar
susceptibilidades pues me refiero a la deidad moderna Google- y su
respuesta coincidió con el precepto que tengo.
El primer link que me apareció
correspondía a una entrevista que se le hizo a una periodista
chilena Mónica González en la cual ella detalla que: “ojos y oídos bien abiertos
y sin anteojeras, convicción de que eres una herramienta de los
ciudadanos para informarse y un ego bien domesticado”, son las
características de un buen reportero.
Además, llamó la atención su
explicación sobre para qué sirve el periodismo: “Para que los
ciudadanos no se queden sordos, ciegos y mudos a merced del poder y
el crimen organizado”, lo cual aplica para los tiempos electorales
y la realidad en general del México en el que vivimos.
(Para leer la entrevista completa a
Mónica González visitar
http://www.elespectador.com/impreso/unchatcon/articulo-259633-monica-gonzalez-estamos-tiempo-de-rescatar-el-periodismo
)
En otro link me encontré una lista que
he decido pegar en la puerta de mi cuarto, como un recordatorio
constante. En este sitio, se hace una breve reseña de un libro sobre
el periodista Javier Restrepo, quien ha enfocado mucho de su trabajo
en los análisis éticos de esta profesión.
Con base a sus conocimientos, y
posturas de otros grandes reporteros, Restrepo generó el siguiente
decálogo:
El buen periodista debe ser, ante todo,
una buena persona;
El buen periodista debe estar orgulloso
de su profesión;
El buen periodista tiene un sentido de
misión en su ejercicio profesional;
El buen periodista es un apasionado por
la verdad;
El buen periodista es autocrítico;
El buen periodista elabora
conocimientos y los comparte;
El buen periodista hace periodismo con
un objetivo;
El buen periodista tiene el sentido del
otro;
El buen periodista es independiente;
El buen periodista mantiene intacta su
capacidad de asombro.
(Lista sacada de
http://valijeros.blogspot.mx/2011/10/el-buen-periodista.html
)
¿A dónde me lleva todo esto?
Bueno, tomando en cuenta esto, solo
queda preguntarme ¿cómo voy?
Antes que nada, doy gracias a que en
ninguna de las descripciones que leí del buen periodista se
mencionaba el tener un “temperamento controlado”, porque en ese
caso yo hubiera quedado fuera de la clasificación hace mucho.
Decir que uno es bueno o no puede ser
un arma de dos filos. De responder lo primero se puede llegar a sonar
egolatra; de responder lo segundo uno es su propio peor enemigo.
En mi caso, sólo puedo decir con seguridad que cumplo con al menos dos características del decálogo: estoy orgullosa de
mi profesión y soy autocrítica, aunque si, lo acepto, muchas veces
soy demasiado crítica y tardo en perdonarme los errores que llego a
cometer.
Más que definir si entro en la
clasificación de una “buena reportera”, esta duda va más en el
sentido de encontrar líneas, ideas que me ayuden a mejorar, a
pulir esos pequeños detalles que me faltan, porque sé que hay un
largo camino por recorrer, y esta profesión es un aprendizaje
diario.
pues el tiempo lo dirá y solo debes aprender de tus errores y aprender a ver tus errores cosa que creo que es lo mas difícil solo así crecerías mas
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