sábado, 23 de junio de 2012

De Thriller y tiempos más sencillos


Podrá sonar raro el comentario, pero pese a lo trillado Thriller de Michael Jackson es una canción muy buena. La letra y la música tienen una simpleza que a la vez representa un gran ingenio. Ya sé, la vida de Jackson estuvo llena de muchos dramas y escándalos, pero hay que aceptarlo, no por nada el hombre fue lo que fue.
Ayer iba en un camión rumbo a mi casa, cuando escuché la canción por la millonésima vez en mi vida, pero está fue de las pocas veces que la aprecié, ¿la has escuchado con calma? La música no cambia, sigue la misma tonada a lo largo de los casi seis minutos que dura, y la letra no es más que un homenaje a todas las películas de terror que han encantado a generaciones, para rematar con una excelente línea para ligarse a alguien. Simplicidad y genialidad en su máximo exponente.
¿Por qué lo digo? Porque a diferencia de la música que se escucha hoy en día, no requiere de grandes efectos, ritmos acelerados y cachondos ni letras que giran en torno a salir y cogerse a todo lo que se mueva o ponerse hasta las manitas de borracho. Con su simplicidad, la canción logró hacer bailar a millones en los ochentas en las discos, fiestas y demás, para lo cual Britney Spears requiere encuerarse e invitar a la gente embarrarse unos a otros para alcanzarlo.
Escuchándola, la canción me hizo recordar tiempos más sencillos, no sólo en el ámbito de la música, sino en mi vida personal. Automáticamente mi mente viajó a mi infancia, y la primera imagen que se proyectó en mi mente fue mi especial de Halloween favorito: Garfield y Odie vestidos de piratas intentando encontrar un tesoro escondido pero terminan siendo acosados por fantasmas.
Sin embargo, pese a mis intentos, no logré recordar más momentos así de sencillos de mi infancia, la cual considero un poco plana y sedentaria, pero mi mente dio un brinco de muchos años, aterrizando a exactamente hace un año.
El 22 de junio del año pasado, para ser precisa. De acuerdo a mis estimaciones, ese día fue cuando me robaron mi computadora subiéndome a un camión. Tenía poco menos de tres meses de haber regresado a Puebla a trabajar, y dos meses cumplidos laborando en medios.
En ese momento no me di cuenta, y creo que es hasta ahora que lo hago, pero en ese momento cambiaron muchas cosas.
Aprendí que bien o mal, pese a los amigos que sé que me apoyarán, estoy lejos de casa y eso implica estar sola, por lo que hay que buscar la forma de sobrellevar ciertas cosas. Aprendí a ver con otros ojos a una persona que se volvió especial para mi. Aprendí a que pese a que te caigas, tienes que sacar el trabajo adelante, y arreglar los asuntos sobre la marcha. Y sobretodo, aprendí que mis especiales tengo que respaldarlos.
Si bien ese junio ya mi vida había cambiado radicalmente a lo que era, seguían siendo tiempos más sencillos a lo que es hoy en día. Sé que la Shanik que se quedó llorando a mitad del bulevard por su computadora no es la misma que hoy escribe estas líneas, aunque sé que aún hoy en día haría lo mismo.
¿Qué le diría a esa versión de mi? Prepárate para un año lleno de estress, trabajo, desveladas, sufridas, mal comidas, lagrimas, muchas lagrimas, corazones rotos, pleitos, encuentros con excelentes compañeros y amigos. En sí, prepárate para vivir uno de los mejores años de tu vida.
Y sí, muchas veces quisiera regresar a esos tiempos más sencillos, en los cuales canciones como Thriller se convertían en clásicos sin necesidad de exagerar, en los que mi mayor preocupación era a dónde salir por las noches, pero son las pequeñas complejidades de la vida las que les dan sabor, esos retos que tenemos que superar día a día.
Es bueno recordar esos tiempos, pero no cambio por nada lo que estoy viviendo ahora, y si quiero viajar de regreso a ellos, solo tengo que recurrir a Michael.

1 comentario:

  1. excelente, es lo mejor que he leido en los ultimos días. ;)sigue adelante,ya que aún te quedan muchos retos por vencer.

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