Y te fuiste...
Dejandome aquí, sola, a la espera de que voltearas y me dijeras que era una broma, que tu lugar era a mi lado.
Pero nada pasó, y te fuiste.
Pero mientras te ibas, llegó otro, que me tomó en sus brazos, me cuidó, me protegió del dolor en el que me dejaste.
Ahora él también se fue, me despertó del pequeño sueño en el que me envolví para no pensar en ti, abro los ojos y recuerdo que no estás, ni él, ni nadie.
Y se fueron los dos.
Estas lagrimas, no sé qué hacer con ellas, ni para quién son. Si son tuyas, de él, mías. Sólo sé que ellas son las únicas que me acompañan en esta soledad, en la que me dejaste, en la que de me dejó.